Ser uno mismo

El poder de ser uno mismo mueve a la acción porque constituye un radiante ejemplo hacia los demás.

Sócrates se hacia la pregunta ¿quién soy? Y enseñó que el conocerse a sí mismo es la base de todo conocimiento posterior. También Shakespeare escribió “Se fiel a ti mismo” así no podrás ser falso con nadie.

Ser uno mismo es una fuerza natural humana y universal que trae consigo toda una lluvia de bendiciones.

Al otorgar poder al individuo, la autenticidad hace que la vida importe. Honestidad es atributo principal de la gente auténtica. Las personas auténticas reconocen la dirección que deben imprimir a sus vidas.

La fatiga es síntoma común de las personas que han ahogado su verdadera personalidad. No están realmente cansadas si no “cansadas de”. La sensación de pérdida de fuerza muscular era, en realidad, pérdida de fuerza espiritual.

También nosotros nos sentimos cansados a menudo, pero más bien por el esfuerzo de ser quienes somos. Nos comportamos como actores que tratan de impresionar a otras personas, y eso es una tarea demasiado ardua.

Por el contrario, la persona que es auténtica no desperdicia energía en contradicciones. Su honestidad consigo misma reduce los conflictos internos, y se siente viva, estimulada. Su energía se pone en funcionamiento al hacer lo que verdaderamente le importa. Nunca malgasta fuerza en conflictos ni engaños. Al inspirar a otros, la persona auténtica moviliza también la energía de los demás. Con solo ser ella misma, está señalando lo que hay que hacer.

La persona que se respeta y valora a si misma hace, generalmente lo mismo con los demás.

Cuando no estamos seguros de quiénes somos nos sentimos más incómodos. Tratamos de descubrir lo que las otras personas desean que digamos, que hagamos. Cuando estamos seguros, nuestras relaciones no las gobiernan sus necesidades si no las nuestras.

Las personas auténticas no existen para ellas mismas, si no para los demás.

Nunca derrochan energías en proteger un ego tambaleante. Acepta la idea de que no hay nada de malo en ser diferente de los demás, en realidad todos somos diferentes. Cada uno de nosotros, es un ser único que se enfrenta al mundo de manera única.

Descubra sus convicciones más hondas y defiéndalas, viva por ellas. Pase tiempo consigo mismo. La soledad está en el corazón del autoconocimiento, porque es en esa situación cuando aprendemos a distinguir entre lo falso y lo verdadero, entre lo trivial y lo importante.

La soledad decía Nietsche, nos hace más severos con nosotros mismos y más considerados con los demás. La autenticidad es la mayor fuerza del mundo, la fuerza de ser uno mismo.

Amado Martínez

GROWMAN GROUP